Armando Caicedo, nos sorprende en buena hora, con una vigorosa obra narrativa que deja de lado las estructuras convencionales de la novela moderna y al estilo de las epopeyas clásicas, nos sumerge en el delirante mundo bucólico y rural de un pueblo andino que descubre con asombro las modernidades de los años “veinte”.
El autor no elabora la historia de un personaje central e individual como es de uso en la novela postmoderna, si no que a la manera de la Iliada o la Odisea, describe el itinerario y el destino de los habitantes de la Villa del Príncipe.
Armando Caicedo, logra en esta narración de 515 páginas adentrarse en la intimidad de una republica en ciernes, que navega su destino bajo la férula de una visión de mundo católica y feudal, apoyada en los dos partidos tradicionales, el Conservador y el Liberal. Así retrata el espectro de una geografía latinoamericana esclava aún del oscurantismo infame de la lejana metrópoli.
El Lenguaje salva la historia, salva al pueblo y logra poner en evidencia la vitalidad de sus personajes. Lo real-maravilloso, entendido como opción estética del nuevo pueblo latinoamericano, ya trabajado en la literatura por excelentes escritores a partir de Alejo Carpentier, es recreado en este libro desde el pulpito del Humor, tal como José Lezama Lima lo hiciera desde la metáfora de la Imagen en su obra cumbre: Paradiso.
Armando Caicedo, logra en esta narración de 515 páginas adentrarse en la intimidad de una republica en ciernes, que navega su destino bajo la férula de una visión de mundo católica y feudal, apoyada en los dos partidos tradicionales, el Conservador y el Liberal. Así retrata el espectro de una geografía latinoamericana esclava aún del oscurantismo infame de la lejana metrópoli.
El Lenguaje salva la historia, salva al pueblo y logra poner en evidencia la vitalidad de sus personajes. Lo real-maravilloso, entendido como opción estética del nuevo pueblo latinoamericano, ya trabajado en la literatura por excelentes escritores a partir de Alejo Carpentier, es recreado en este libro desde el pulpito del Humor, tal como José Lezama Lima lo hiciera desde la metáfora de la Imagen en su obra cumbre: Paradiso.
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José Díaz Díaz es escritor y crítico literario. Filósofo Universidad de Santo Tomás, con Postgrado en Literatura Universidad Javeriana.