domingo, 17 de agosto de 2008

Septiembre 16, 2008

El Obispo acaba de liar sus bártulos de peregrinar.

Empacó en su maletita de cartón, el alba blanca, la estola, el amito, el manípulo, el cíngulo y la dalmática, más la modesta casulla encarnada -que le bordaran las beatas de la Villa del Príncipe-.

Previendo lo largo del camino y los aguaceros de septiembre, se colocó la capa pluvial, se encajó el bonete, y ya partió hacia la capital del imperio, Washington D.C., con la misión de presentar sus modestas credenciales en la OEA.

Toma nota: Dios mediante, el peregrino arribará a este terrenal destino, el próximo martes 16 de septiembre, a las 6 p.m.