lunes, 15 de enero de 2007

Que el final te sorprenda confesado




Sinopsis

En la Villa del Príncipe, sucede un hecho inaudito: la gente fallece en su cama y, como si fuera poco, por "causas naturales".

Un pueblo castigado desde tiempos inmemoriales por conquistadores, generales levantiscos, bandoleros de surtidos pelambres y, claro está, la "autoridad competente", no conoce la existencia de otro tipo de muerte que no esté vinculado con las reiteradas oleadas de violencia, las guerras civiles, y la intolerancia política.

Hasta ahora ha sido tan natural que la gente fallezca en emboscadas, allá en el recodo de un camino, en impunes atentados políticos desde lo alto de la cúpula de la iglesia o desde el fondo de una zanja nauseabunda, en alzamientos y golpes de cuartel y en escaramuzas anónimas.Pero lo que parece impensable es que ahora todos los muertos sean tan cercanos, tan reconocidos, como tan vulnerables. Si en la Villa del Príncipe siempre se ha tolerado que la gente muera de manera heroica, incluso, que los ciudadanos se esfumen sin despedirse, sin dejar ni dirección ni huella ¡Ah! Y que sus supérstites teman hasta interrogar por su destino.

Pero ¿morir en la cama?

Si en la cuja no puede haber lugar para promesas de "investigaciones exhaustivas". Si el lecho se diseñó, si acaso, para los menesteres de la reproducción, la reparación de las energías perdidas y para holgar en medio de humores y gemidos. Pero ¿a quien se le ocurre agonizar en catre de bronce, con deudos acicalados de medioluto revoloteando alrededor del tálamo, en espera del resollo final?

"Viva el Obispo ¡Carajo!" es la crónica real de los "villapríncipes", atrapados en la paradoja de la muerte natural.